(Agencia
El Medio - Por S. Cataruozzolo)
La
idea surgió entre la Universidad y Canapino Competición, una
empresa con más de 15 años de experiencia en el automovilismo
nacional.
Para
el proyecto, Alberto Canapino y la Universidad Tecnológica
Nacional, Facultad Regional Pacheco, firmaron un "Convenio de
Cooperación Recíproca".
Allí,
ambas partes aunaron esfuerzos para desarrollar conjuntamente la
actividad docente en las áreas de diseño, construcción y
preparación de automóviles de competición.
"Los
chicos van a aprender todo lo que tenga que ver con la
competición. La idea es que puedan armar un vehículo que corra
en el Turismo Carretera",
explicó el ingeniero Jorge Pittaluga, secretario de extensión
universitaria y presidente de la Fundación General Pacheco.
El
armado del vehículo está siendo gestionado. "Para hacer
un coche de TC necesitamos financiación", sostuvo el
ingeniero, quien además agregó que ya se tuvo contacto con la
gente de Ford.
"Queremos
que sea Ford porque la facultad nació allí y hay una determinada
afinidad con la empresa",
destacó. Si bien, aún no saben si Ford va a participar como
ellos quieren, esperan tener una respuesta positiva.
"Vamos
a tener que conseguir no sólo el dinero para el armado sino
también para correr una vez que esté listo, y eso es mucho
dinero", enfatizó Pittaluga.
Sin embargo, a pesar de la impaciencia, los estudiantes ya están
en la pista: cuentan con la estructura de un Falcon, como para
empezar a trabajar en él. Además, se estima que los alumnos
asistirán a las pruebas en Autódromos para determinar y
compartir los ensayos de puesta a punto.
Respecto
de las prácticas del curso (que empezó a fines de marzo),
Pittaluga explicó que los chicos ya vienen trabajando en la
preparación de un Torino, nada más y nada menos que el que
conduce Ariel Pacho, catalogado como el más veloz de Buenos
Aires.
Ellos,
que decidieron optar por la pasión en cuatro ruedas y, en algunos
casos, dejar de vivir en lugares como Tierra del Fuego y Neuquén
para estudiar lo que les gusta, tendrán la posibilidad de hacer
lo que alguna vez pensaron imposible.
"Vienen
de todos lados porque aquí es el único lugar en el país donde
pueden aprender estas cosas"
contó Pittaluga quien, con sus gestos, da a entender que los
comprende y hasta los justifica: "son fanáticos",
resume.
En
este momento hay 30 chicos en lista de espera por falta de aulas,
pero la UTN calienta motores y anticipa que en agosto estarían
comenzando. Mientras tanto, en el lapso de dos años, los 60
alumnos que arrancaron tendrían preparado el auto y, en las
carreras, ellos también serán participes del sueño desde boxes.
Dentro
del grupo docente figuran reconocidos motoristas en el
automovilismo deportivo, pilotos de primer nivel del TC como
Norberto Fontana, Diego Aventín y Juan Manuel Silva, y hasta el
mismo Canapino, chasista.
Para
muchos se trata de un arte fascinante. Para otros tantos, una
delicada mezcla entre la mecánica, la física y la matemática
con ingredientes personales como la astucia, el ingenio y la
dedicación.
Es
cierto, cuando un joven atraviesa el país para capacitarse, hay
algo más que aprendizaje: hay pasión.
Silvana
Cataruozzolo