EXPERIENCIAS: Conrado Verberck

     AÑO XII - NUMERO 119 - AGOSTO DE 2003     


El cerro Champaquí (2790 mts.) es la mayor altura de la Provincia de Córdoba. Se podría decir que el 95% de las personas que lo ascienden lo hacen desde el este (Villa Alpina o Cerro Linderos). Nosotros decidimos subirlo pero... por el oeste (San Javier). El relato del ascenso será en otra edición pero, al hacerlo, encontramos una placa recordatoria en plena montaña que nos llamó la atención. La respuesta a ese extraño descubrimiento nos llegó desde Junín de los Andes (Neuquén) a través del firmante de esta nota. Entérese de esta increíble historia de...

AMOR FILIAL EN EL CHAMPAQUI


 

A Don Francisco Rodón Pons lo conocí en Los Gigantes (Córdoba), en las excursiones organizadas por el Club Andino Córdoba, del cual era un socio entusiasta. También durante las reuniones en la sede social o en algún asado para compartir experiencias de nuestras andanzas por las sierras de Córdoba. A Monserrat Rodón, en la Biblioteca Mayor de la Universidad Nacional de Córdoba.

Tengo entendido que era profesora de Castellano y Literatura en un Instituto de nivel medio. Además, creo tenía un título profesional relacionado con Bibliotecología. Sobre todo un trato cordialísimo y eficiente con los que necesitábamos de sus consejos. Y también, socia del CAC, y montañista igual que su padre.

Don Rodón, nos alentaba con su vivacidad y nos contagiaba el entusiasmo por disfrutar de la naturaleza en la montaña. Compartimos varias excursiones. Tenía un anhelo: hacer cumbre en la montaña más alta de la provincia. Me contaba que se estaba preparando para lograrlo. Por eso participaba en casi todas las caminatas y ascensiones organizadas por el Club, como para aclimatarse a un esfuerzo más exigente y prolongado.

En enero de 1971 se le presentó la oportunidad. Irradiaba felicidad. ¡Iba lograr un sueño largamente acariciado!. El CAC organizó una de sus habituales ascensiones al Champaquí. Padre e hija participaron de la misma.

 

El ascenso

No puedo relatar exactamente cómo se desarrolló la excursión, porque no estuve presente aquella vez. Pero ya había ascendido por esa ruta y la repetí en varias ocasiones posteriores.

Lo demás, son deducciones en base a los comentarios que me efectuaron personalmente varios de los compañeros que sí fueron partícipes de esa trágica aventura de montaña.

El grupo constaba de unas 10 personas, todas socios de la entidad. Subieron por San Javier. Era habitual hacer campamento en La Constancia, lugar conocido también como Quebrada del Tigre (actualmente los dueños de la hostería no permiten acampar). De allí se salía bien temprano hacia la cumbre, por la Cuesta de las Cabras.

La duración promedio era de 6 horas hasta la cumbre. Allí se almorzaba, con un corto descanso, para luego volver hasta La Constancia antes de oscurecer. El descenso llevaba unas 4 ½ horas.

Creo que la fecha era 9 de enero. Todos llegaron a la cumbre. El líder del grupo, hombre experimentado en este tipo de montañismo. Algunas mujeres adultas y varios adolescentes, mujeres y varones. Y también Monserrat y su padre.

¡Don Rodón estaba eufórico por la alegría de haber logrado la cumbre a sus 68 años!. Monserrat, de 30 años, disfrutaba junto con él.

Después de compartir todo el grupo este logro, comenzaron el camino de retorno.

 

El descenso trágico

En aquel entonces no existía el camino que ahora viene desde Yacanto de Calamuchita por el cerro Los Linderos.

Tampoco había, en ese momento, otros excursionistas por la zona. Cuando el grupo del Club Andino ya había recorrido el filo para luego encarar la Cuesta de las Cabras, trataron de apurar la marcha pues vieron que se estaba preparando una tormenta.

En algún momento, Don Rodón sufrió una descompostura grave que le impidió continuar la marcha.

No estaban difundidas, como ahora, las técnicas de RCP, que quizás hubieran ayudado a superar la situación, ya que aparentaba ser un paro cardíaco.

El único hombre adulto (45 años), líder del grupo, trató de llevarlo sobre los hombros pero después de un rato se dio cuenta que no podría bajarlo en esas condiciones. Los chicos adolescentes y mujeres trataron de ayudar en la medida de sus posibilidades. Además se desató la tormenta eléctrica con fuerte viento y abundante lluvia, y sobrevino la noche.

Al llegar a unos 2.100 m. de altitud buscaron refugio al amparo de unas rocas.

En esas circunstancias constataron que Don Rodón había fallecido. Se decidió entonces dejarlo provisoriamente allí, y que todos los demás bajaran hasta La Constancia para guarecerse y dar aviso de la fatalidad.

Con inmenso dolor por la pérdida de su padre, Monserrat no quiso abandonarlo o no creyó en la muerte. Fueron inútiles los esfuerzos de los demás para convencerla que bajara junto con el grupo.

Finalmente le dejaron suficiente abrigo para que pasara la noche allí.

 

Se completa la tragedia

A la mañana siguiente, cuando llegaron un baqueano y el líder a rescatarla, consternados comprobaron que Monserrat Rodón también había fallecido, abrazada al cuerpo del padre.

Convencidos de que la ayuda ya era inútil, dejaron las víctimas en el lugar y bajaron nuevamente para dar intervención a la policía y la justicia.

Otro día fueron rescatados los cuerpos y llevados a Córdoba para darles cristiana sepultura, ante la congoja de familiares y muchísima gente para la cual los difuntos supieron granjearse admiración y respeto.

 

Consideraciones

Este relato pretendió ser lo más fiel posible, dentro de lo que permite la fragilidad de la memoria y de acuerdo a varios tristes encuentros y conversaciones.

Versiones libres derivaron en relatos más románticos, sin hacer referencia a los acompañantes, aunque mencionando la terrible tempestad y resaltando el amor de la hija que ofrendó su vida para tratar de salvar la del padre.

Como ocurre en todo accidente de montaña, se suscitaron críticas y también alguna autocrítica, y se trató de aprender para evitar en lo posible este tipo de tragedias.

Se dijo que a la edad de 68 años no se debió permitir semejante esfuerzo. Creo que existen sobrados motivos para descalificar esta crítica. Además don Rodón participaba regularmente de excursiones similares, aunque algo menos exigentes. Pero no había evidenciado problemas de salud anteriores.

Familiares dijeron que padecía de "problemas del corazón" pero que él mismo lo habría ocultado siempre a sus compañeros de montaña. A partir de entonces se tomaron más recaudos para que los socios y/o participantes declararan su estado de salud y que asumían el riesgo implícito en la actividad.

Más difícil es explicar la muerte de la hija, pero se pueden hacer muchas consideraciones debido al efecto psicológico causado por el acontecimiento, y también referido a que a una persona que pasa por este problema, agravado por las condiciones del tiempo y la soledad, y que se abandona, le es difícil sobrevivir.

Mucho se ha dicho que cuando la hija quiso quedarse, debió quedarse alguien más para sostenerla a ella y ayudarla a pasar el trágico trance. Comparto esta idea, pero al no haber estado allí, no me atrevo a juzgar la conducta de los demás.

Otros pensamos que don Rodón cumplió su sueño y murió haciendo lo que le gustaba, pero que la muerte de Monserrat se podría haber evitado.

Finalmente, creo que esto demuestra que no hay montaña sin riesgo. Estar alejado de un auxilio rápido y accesible, agravado por malas condiciones atmosféricas, y algún descuido por errores o desconocimiento humano, pueden desencadenar una lamentable tragedia.

Nos quede el recuerdo imborrable de las nobles condiciones y actitudes de vida que nos legaron las víctimas.

 

Conrado Verberck

 

Nota: Conrado es belga de nacimiento. Vive actualmente en Junín de los Andes -Neuquén- pero lo hizo durante muchos años en Córdoba y fue un activo participante de las actividades del Club Andino Córdoba. Luego se trasladó (como Director de una escuela nueva) a Aluminé (Neuquén) para finalmente llegar a su actual ciudad de residencia. Allí fue uno de los fundadores, hace más de 20 años, del Club Andino Junín de los Andes, entidad que se ha destacado en la construcción de refugios de montaña en el volcán Lanín (Conrado participó de esas construcciones). Ahora está jubilado y no hay semana que no lo encuentre recorriendo las montañas de los alrededores y, cada tanto, participando en salidas más largas. Conrado es un Andinauta.

¿Qué dice en las placas?

Desde San Javier (el oeste) es muy poco habitual el ascenso al cerro Champaquí por varias razones (no permiten acampar, hay que hacer en el día más de 1500 mts. de desnivel, etc.), sin embargo esa fue la ruta elegida por el Clan (Club de Andinautas) para intentarlo en agosto de 2002. En esa ocasión el mal tiempo impidió la cumbre cuando ya se estaba en el tramo final. Lejos de desistir volvieron a fines de marzo de 2003 y, ascendiendo por la misma ruta, algunos vieron dos placas en una roca, al costado de la senda (foto). "Íbamos ascendiendo al Champaquí desde el lado de San Javier y, al detenerlo un momento en un descanso vimos unas placas que nos llamaron la atención. No nos imaginábamos que en este cerro hubiera fallecido y apenas regresamos a Buenos Aires tratamos de averiguar de qué se trataba", nos señaló Victoria, participante de ese "descubrimiento".

La placa superior dice textualmente:

Srta. Moncerrat Rodón

Heróica víctima del amor filial

9-1-71

Francisco Rodón Pons

Fcio. 9-1-71

La placa inferior es un recordatorio similar dedicado a "Monserrat y Francisco Rodón".

 

¿Donde ver viajes en la red?
Varios de los relatos de "Experiencias" que han enriquecido las páginas de la Revista
"EL DISTRITO" están publicados en internet. Se trata de vivencias de viajeros pero no de los típicos circuitos turísticos.

Se cuentan viajes distintos, viajes que tienen a veces un ingrediente de aventura, en otros casos una descripción de una actividad deportiva no común (trekking, montañismo, esquíes, etc.) o el descubrimiento de una cultura y formas de vivir que son extrañas o distintas a las nuestras.

Estas historias son, generalmente, de nuestro Director pero también de otras personas y, por supuesto, se invita a participar contando el suyo.

Ud. puede ingresar a sitios en los cuales encontrarán relatos ya publicados pero con la ventaja de poder apreciarlos más en extenso y ver las fotos en colores.

Algunos de los sitios donde están estas notas son:

 

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ACTUALIZADO: Tuesday, 19 de September de 2006

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